La cebolla y el ajo son ingredientes deliciosos que pueden mejorar casi cualquier receta. Sin embargo, hay quienes prefieren evitarlos por el aliento fuerte que dejan. Con estos consejos podrás comerlos sin preocuparte por los malos olores bucales, y obtener así todos los beneficios que ambos alimentos tienen para tu salud.

En términos médicos, el mal aliento es llamado halitosis. Si bien en un 90% de los casos se origina en la boca, en un 8% está vinculado a patologías de garganta, nariz y problemas digestivos. Si tu problema es muy persistente, deberías consultar con tu doctor.

Propiedades del ajo y la cebolla

Cebolla
La cebolla es reconocida por su acción diurética. Esta propiedad, sumada a su alto contenido de agua y fibra, hace que sea fundamental en cualquier dieta. Además, es un potente protector cardiovascular. También es depurativa, ya que es capaz de eliminar las toxinas y fermentos que se producen en el estómago luego de la digestión. Al mismo tiempo, estimula el hígado, el páncreas y la vesícula.

Ajo
El ajo es microbicida, desinfectante y descongestionante. Además, es eficaz para la secreción gástrica y es rico en hierro. También ayuda a tratar los problemas circulatorios. Estas propiedades hacen que sea un alimento con grandes beneficios para distintos órganos del cuerpo, como los riñones, la vejiga y el hígado. Asimismo, beneficia la salud del sistema circulatorio en su conjunto.

Para quitar el mal aliento

Granos de café
A pesar de su fuerte sabor amargo, son excelentes para eliminar los malos olores de la boca con rapidez. Esto se debe a que son capaces de inhibir la bacteria que causa el mal aliento, según lo descubierto por un grupo de científicos de la Universidad de Tel Aviv, Israel.

Lácteos
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio realizaron un estudio, publicado en el Journal of Food Science, que reveló que la leche reduce la concentración de los químicos del ajo que hacen que su olor sea tan fuerte.

En la investigación se comprobó que tomar bebidas o ingerir alimentos con mucho contenido de agua o grasa, como la leche, puede reducir el desagradable aliento que queda al comer ajo. Para acentuar el efecto desodorante, los alimentos deben mezclarse con el ajo antes de ingerirlo. Por su contenido graso, la leche entera es más efectiva que la descremada.

El yogur también ayuda a disminuir la cantidad de sulfuro de hidrógeno presente en la boca. Otro producto lácteo que elimina los malos olores es el queso, especialmente el Cheddar. Su alto contenido graso combate los ácidos de las comidas y equilibra el pH.

Manzana, zanahoria y pera
Estos alimentos son ricos en fibra. Al masticarlos, se produce saliva y se limpian los dientes. Así, se elimina el olor fuerte que dejan el ajo y la cebolla en la boca.

Hierbas aromáticas
El perejil es muy eficaz para controlar la cantidad de bacterias presentes en la boca y eliminar el mal aliento. Para aprovechar sus beneficios, mastica una ramita de esta hierba por unos minutos.

El clavo de olor también es muy efectivo. Mastica uno después de comer ajo o cebolla y deja que su aceite natural quite el mal olor. Otra opción es machacar tres o cuatro y ponerlos a hervir en una taza de agua. Cuando está listo, se lo cuela y se hacen gárgaras.

Canela
Las ramitas de canela absorben el sabor sulfúrico de la cebolla y el ajo, y pueden mantenerse en la boca hasta que el mal aliento se haya ido por completo. Además, tienen propiedades bactericidas que ayudan a mantener la boca limpia.

Si no quieres meterte las ramitas directamente en la boca, puedes hervirlas y tomarlas como infusión.

Té verde y té de menta
Según un estudio del Instituto de Tecnología de Israel publicado en la revista Archives of Oral Biology, el alto contenido de polifenoles del té verde ayuda a combatir el mal aliento. Además, es una de las bebidas más saludables del planeta por su alto contenido de antioxidantes y otras sustancias beneficiosas para la salud.

Preparar una infusión de hojas de menta también le dará frescura a tu boca. Además, te ayudará a mejorar la digestión.

Agua
Beber una abundante cantidad de agua es una de las claves fundamentales para prevenir el mal aliento. Esto se debe a que los malos olores bucales también están relacionados con la sequedad bucal.

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